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Diario Impersonal

Leyenda Indú sobre los orígenes del yoga.

Explica una leyenda hindú, que hace millones de años, había un pez que escuchaba a escondidas al Dios Shiva cuando enseñaba a su esposa, la Deesa Parvati, los secretos del yoga.
Un día, el Dios descubrió que el pez lo estaba espiando i furioso lo desterró.
El pez nadó por los oceanos buscando un sitio para vivir y fué así como llego a las costas Indias. Una vez en tierra, sucecidió un milagro: el pez se convirtió en hombre.
Los habitantes de aquel lugar lo acogieron y le llamaron Matsyendra, que quiere decir “señor de los peces”. Agradecido por la cálida hospitalidad que le ofrecieron, Matsyendra les enseño a los hombres y a las mujeres de aquel lugar todas las posturas (llamadas también asanes) todo ello lo había aprendido del Dios Shiva.
No tienen claro todavía que origen tiene el yoga. Se sabe que es una técnica asiática, pero no está claro que provenga de la India. Lo que si que es cierto es que el yoga tuvo sus momentos de explendor en este gran pais. La India fué donde tuvo más repercusión la práctica del yoga. De hecho los más grandes se pueden encontrar allí.


Una maniana como la de hoy

Si. Fue una maniana como la de hoy, de un amanecer sin nubes, con un sol muy palido, como no deseando salir, avergonzado por haber hecho algo indebido.
Me levante como siempre, tome una ducha y me sente junto a la ventana grande para verte pasar.
Sono el telefono, y con tu voz agitada se mezclaba el rumor del agua de un grifo que hacia de fondo, como para que no te descubrieran: Ahi estare en un rato, esperame.
A poco se escucho un golpecito de nudo de mayor en la puerta de madera gruesa y antigua. Estabas con los cabellos mojados, sensual y de atraccion inigualable.
Los minutos pasaron volando entre caricias, besos y amor, un amor lleno de pasion y sexo. Tenias que irte. Pero me habias regalado parte de ti. Nunca podre olvidarte.

¿Por qué estás presente en mi mente, todas las mañanas?

Si lo supiera...no estaría preguntando. ¿Por qué estás presente en mi mente, todas las mañanas?... Busco tus palabras...Busco tus huellas...Pienso...Estarás sentado frente a tu ordenador, o tal vez estés viajando por alguna carretera hacia el norte o hacia el sur, o quizás estés sentado o parado...¿por qué no? rascándote la sien con el pensamiento puesto en algún problema que tienes que solucionar en el día de hoy. Todo es posible. Se que estás ahí. En algún lugar del planeta. Pero quiero hacerte una recomendaciòn: Llama a tu madre más veces de lo común, pues hoy la tienes...mañana ¿quién sabe?, las madres esperan una y muchas llamadas de sus hijos, aunque más no sea todos los días, cinco minutitos. Y ni te imaginas la alegría que causan esas llamadas. Hasta la haces revivir, la sacas de su tristeza en la que ocultamente se interna sin que lo sepas. Que tengas un buen día.

Internauta enamorado

Mis ojos sólo han visto el titilante

fulgor de tu lenguaje en la pantalla,

ventana que me acerca conocida,

muro que me separa inexplorada.

Te leo, y en mi mente se organiza

un cúmulo de imágenes que alcanza

a dar cuerpo a la idea de tu cuerpo,

a dar vida a la idea de tu alma.

Te conozco y te ignoro a un mismo tiempo;

estoy contigo, pero qué lejano;

creo tocar tu piel, y entre mis dedos

sólo vibra mi piel sobresaltada.

Sé que vendrás un día, aunque es incierto

si este saber es fe o es esperanza

resistirán mis ojos tu mirada?

Tiembla una duda en mi cerebro, y corre

el temor a lo largo de mi espalda,

formulando insistente la pregunta

de si me ves como me imaginabas

en la seguridad de la distancia.

Y no sé si prefiero tu venida,

o soñarte en ausencia enamorado.

No obstante, ven, voy a correr el riesgo,

que más me aflijo cuanto más te tardas...

O quizá...no, no vengas, que no quiero

morir de angustia si me despreciaras.

O si acaso...tal vez...probablemente...,

perdona, amor, que es el temor quien habla...

Llégate a mí, sin más, y abre tus brazos,

que yo hace tanto tiempo te abrí el alma

Custodio de mis pensamientos

Decidí caminar las veinte y más cuadras de distancia entre mi casa y el Policlínico. Debía asistir diariamente a un control de rutina. Tu imagen se me cruzó en un instante y caminaste junto a mí como un ángel custodio de mis pensamientos. Me abrazaste por la espalda y pusiste tu mano sobre mi hombro derecho. Luego, sin decir nada, la quitaste para rodear mi cintura nada más que por unos segundos. Recordé ese beso que depositaste en mis labios tan deseosos como los tuyos, en una esquina sombreada por las hojas del corpulento árbol de antaño. En ese momento me tomaste con ambas manos como para acertar el lugar exacto en el que depositarías ese ansiado beso.
Te cruzaste una y otra vez para darme la seguridad de un real guardián enamorado.
No estabas presente, pero sí, estabas ahí, dando vueltas en mis pensamientos. Tu inigualable figura con rasgos que no esconden el pasar del tiempo, atraviezan mi subconsciente para rescatar lo más bello del encuentro. Palabras, gestos, miradas, dieron lugar a que el tacto se apoderara del momento y acorde a los demás sentidos avanzó delicado y lentamente para explorar hasta lo inaccesible. Fue un goce descomunal en el que ambos protagonizamos un acto de amor sin expectadores ajenos a la fiesta.
De pronto algo me dijo que estaba soñando despierta. Y desperté. Ya había llegado a destino. El murmullo de la sala me volvió a la realidad. Te busqué entre la multitud, pero no estabas. Seguramente estarías compenetrado en cientos de papeles en tu trabajo y eso requiere mucha concentración.
En el lugar no hice más que lo necesario y volví a mi casa con el alma ensanchada por el hermoso recuerdo.

Las fatales mentiras

Título del capítulo anterior. Disculpen mi olvido. Debe ser un olvido emocional.

Las mentiras de los hombres o de las mujeres, sobre todo cuando hay amor de parte de una de ellas, ya sea en el noviazgo, en pareja o en el matrimonio, suelen ser fatales.
Amé tanto a una persona y me defraudó. Yo notaba que algo no andaba bien. Yo insistía en que me lo dijera, que si había alguien más en su vida que debería contármelo, así yo decidiría si continuaba a su lado o me hacía a un lado y me alejaba. Pero siempre con evasivas o con gestos de disgusto me lo negaba.
Yo rogaba que si algo había que se me de la oportunidad de comprobarlo con mis propios ojos.
Pasó un tiempo y llegó ese día tan ansiado por mí. Entré a un comercio muy grande donde las personas se pierden y se desencuentran. Compré lo necesario para el almuerzo, una gaseosa, y salí despacio hacia un teléfono público para llamar. Pero no hizo falta tal llamado. Al salir hacia uno de los pasillos, estaban parados, él y ella. Justo cuando se daban un pico, un beso en los labios, yo lo tomé del brazo y le saludé. Por cierto no sabían bien si seguían ahí o qué harían. Yo por mi parte no hice nada. Me alejé unos pasos y esperé. Tomé aire para no desvanecerme.
Me subí al auto, esperé unos minutos, los necesarios como para sobreponerme del shok. Lo puse en marcha y me alejé. Muchos llamados a mi celular, tantos que el timbre me saturaba los oídos. No atendí a ninguno. Luego al chequearlos ví que todos provenían de un mismo móvil.
Pasó el tiempo y me animé a responderle. Ya está, le dije, ya pasó. Tú puedes hacer tu vida, yo haré la mía.
Pero la mentira me produjo una herida de fuego y creo que jamás se me cicatrizará del todo.

Porque quejarse…

Seguro que estos días pasados todos hemos deseado que esa lotería del 22 de diciembre o la lotería del niño nos toque, para retirarnos y holgazanear fuera de la vida laboral y de las desventajas de tener que controlar la cuenta corriente. Seguro que más de uno lo ha pensado…

Mi problema en cuestión es que aunque lo he deseado está claro que como no juego, mis posibilidades de dedicarme a este tipo de vida, son más bien nulas.
En fin… una pena para mi.

Y leyendo una encuesta hace días, que decía que más o menos el 75 % de los españoles estarían dispuestos a ganar menos dinero a cambio de disponer de más tiempo libre. Pero a mi no me preguntaron… aunque hubiera coincidido con ellos.

Pero bueno… seguiré sin echar la primitiva, ni la loto y cada año jugaré menos a la loteria, más bien todo lo contrario, me pierden otras cosas…, otros vicios…, y a pesar de todo seguiré dándole al curro… eso si… estaría dispuesta a cobrar menos dinero a cambio de más tiempo libre… de todas formas, no me voy a quejar, he conseguido una tarde libre a la semana, el viernes… algo es algo…, pero seguiré luchando por holgazanear un poquito más.

Así que he acabado el año un poquito quemada, ahora con este nuevo año supongo que vendrán tiempos mejores al menos la esperanza nos mantiene en esta rutina cadena, las obligaciones a que nos hemos acostumbrado a una “buena vida”. Lo queremos todo y eso es complicado, esta claro que la vida no es un camino de rosas.

No pierdo la esperanza

Quiero cuidarme...y Te quiero cuidar a tí y a mis niños

Debemos cuidarnos. Y sobre todo en esta época del año en que todo el mundo anda acelerado. La verdad, no entiendo el por qué de ese aceleramiento. Pero es así. Como si quisiéramos terminar de hacer lo que no hemos podido durante todo un año...
Por todo ésto quiero compartir algo que he leido hoy:

Estudios sostienen que el sometimiento constante a nervios y tensiones por cuestiones laborales, familiares o económicas, genera consecuencias físicas y psíquicas a largo plazo. Los detalles.

Los especialistas describen el estrés como una de las tantas respuestas que el organismo improvisa y prepara con el objetivo de hacer frente a determinadas condiciones -por lo general externas aunque también internas- que perturban el equilibrio emocional de la persona.

Muchas veces es por un deseo de escapar de esas situaciones conflictivas, el estrés que en los últimos años ha ganado notoriedad debido a la gran cantidad de cuadros diagnosticados pero también como consecuencia de su amplio campo de influencia, constituye una reacción de la cual participan prácticamente todos los órganos y funciones del cuerpo.

Uno de los signos que ayuda a tomar conciencia sobre el incremento de los casos de estrés es la cantidad, cada vez mayor, de consultas de niños que, acompañados por sus padres, se acercan al especialista para encontrar las respuestas a síntomas que se presentan en la vida diaria y se manifiestan, por ejemplo, en el bajo rendimiento escolar.

Ya ves, no solamente los mayores nos estresamos, también los niños. Y lo peor es que el estrés en los niños los motivamos nosotros los mayores. Es nuestra culpa ¿sí o no?. Yo creo que sí, estoy convencida.

Así que mi opinión es que tendríamos que dejar de vivir como si el mañana no existiera como continuidad del hoy para proseguir con lo que no pudimos terminar en el día.

Hazme caso y recapacita. Si te mueres hoy, igual, lo que no hicistes tú, o lo hará otro o nadie lo hará. Y ni te enterarás.

SUERTE Y FELICES FIESTAS A TODOS. CUÍDATE.

Cuida tu salud, sobre todo tu corazón

No dejes pasar los síntomas cardiovasculares como por ejemplo el dolor de pecho, algo muy común entre los pacientes que "no quieren molestar" a sus parientes o piensan que no van a obtener la asistencia médica adecuada por encontrarse en una época festiva.
Se aconseja:
- Planificar todas las ingestas y comidas (improvisar no ayuda).
- Beber abundante agua, entre 2,5 y 3 litros por día.
- Mantener la actividad física habitual o incorporar caminatas diarias.
- Moderar la ingesta de alcohol: no más de dos copas para el hombre y una para la mujer por día.
- Utilizar gaseosas dietéticas o jugos sin azúcar.
- Mantener una alimentación muy cuidada durante todo el día previo y posterior al evento, rica en vegetales crudos y frutas frescas.
- No ayunar.
- Si el plato principal es de carnes, elegir las magras y acompañarlas de vegetales.
- Para aderezar las ensaladas evitar mayonesas u otras salsas, preferir aceite de oliva
- Propongamos, en caso de ser invitados, llevar una gran ensalada de vegetales crudos con predominancia de vegetales verdes y, de postre, ensalada de frutas naturales de estación sin agregado de azúcar.
- En lo posible, no consumir pan.


---Atención con las mesas de brindis. Las calorías pueden triplicarse fácilmente.

En tiempos de fiestas

Una profunda evaluación de las metas alcanzadas, el intento por cerrar ciclos y la frustración por lo que no fue, pueden llevar a las personas a extremos de tensión que lo afecten física y/o psíquicamente en forma directa
Estos momentos pueden generar cuadros de estrés y, en casos particulares, de depresión.

Ari de Navidad

Se acerca otro fin de año. La imaginación vuela, recorre caminos, lugares, escenas. Te recuerdo ¿sabes?. Fue un día, semanas antes de un fin de año. Durante este tiempo los sentimientos se hacen más profundos y el corazón se resiente.
El amigo de mi pareja frecuentaba nuestra casa. Venía casi todos los fines de semana a cenar. Su perfume me apasionaba. Pero su insignificante figura, su físico, albergaba un corazón incomparable para mí.
Mientras yo me esforzaba por hacer funcionar todas las luces que colocaría en el árbol de navidad, mi pareja se deleitaba mirando un programa de televisión, ajeno a mi preocupación. No se percataba de que su desinterés por lo que sucedía a su alrededor podría generar una situación peligrosa.
Viéndome algo nerviosa, Ari, (asi se llamaba su amigo) se acercó para ofrecerme su ayuda. Su proximidad me aceleraba los latidos del corazón. Su perfume me tumbaba. Sentía el roce de su piel como si realmente me estuviera acariciando. Apenas si me tocaba con sus manos, pasándome cada lamparita que la revisaba. Recorrió toda la tira una y otra vez, hasta que logró que se encendieran todas las luces. Colocamos la guía y las luces comenzaron su parpadeo de alegría contagiosa. Nos miramos profundamente a los ojos transmitiéndonos vaya saber qué mensajes de amor y de deseo.
La cena estaba lista. Sin comentarios de lo ocurrido comieron todo lo que había, acompañando con cerveza bien helada. Mi pareja no se había dado cuenta que yo no pude probar bocado. La emoción me embargaba. Los latidos de mi corazón me cerraban la boca del estómago. ¿Por qué no come? Usted cada vez se vuelve más transparente, comentó Ari. Mientras mi pareja sonreía, que más que sonrisa parecía una burla, yo transpiraba.
Me retiré a lavar la vajilla, mientras Ari me acercaba los utensilios a la mesada.
Serví flan de vainilla con salsa de chocolate, como postre.
Me dio un beso en la mejilla. Fue como si hubiera depositado gotitas de miel en mi piel sonrojada por el momento.

Nunca dejes pasar el tren

Para no aburrirme demasiado, comencé a navegar y encontre este lugar para dejar mis palabras
y tambien para no dejar que se lleve con el viento algo que puede servir a los demas.
Mi historia es la que te voy a contar y de ella puedes sacar o agregar sensaciones o lo que mas prefieres.
Conocí muchos y muchas por aquí y es que las hay de toda clase. Lo que si es que de todoas me impactó una solita. Era la que estaba mas cerca y con la que hablabamos tods los dias. Un dia le dije que la queria conocer, que nos ibamos a ver y a tomar algo para charlar. Pero ella se desapàrecio del mapa.
Cuando volvio a mostrarse y hablar conmigo, me pidio para vernos y pasar unos dias juntos.
Caso que yo conocí a otra niña o mujer y estaoy saliendo con ella. Si en aquel momento me dijese que si, ya estaria embarcado en el tren del amor con ella, pero no puedo aora que la tengo casi lista a esta otra. Y les pregunto ¿por que dejó pasar el tren? si lo habria tomado cuando yo le hable no habria pasado esto. Yo la queria, pero no puedo fallar a esta otra amiga casi novia. Pienso y lloro de rabia . Y toma como consejo: no lo dejes pasar, agarralo casi sin pensar porque el amor si se va, despues cuesta volver atras.

¿Para qué casarse?

Las jóvenes, ansían que su novio anuncien el deseo de tomarlas como esposa, ansían casarse, unirse ante la ley. Pasados los años, algunas parejas continúan y llegan a festejar sus Bodas de Plata y hasta sus Bodas de Oro. Otras en cambio, se separan o se divorcian. Y por qué no nombrar aquéllas parejas que por una orden y decisión Superior se ven obligadas a no continuar juntos, porque uno de ellos ha muerto. Muchos son los casos, y cada uno tiene su particularidad
Estuve casada por muchos años, y no puedo arrepentirme de ello. Pero si hoy tuviera que decidir entre casarme y formar pareja, o disfrutar de la compañía de un novio eterno (o hasta que la muerte o las circunstancias nos separen), optaría por esto último. ¿O acaso los novios no se llevan siempre mejor que la pareja de casados? ¿Para qué sirven las firmas en los papeles si después quieren separarse y la relación no da para más?.
En fin, la mía es solo una forma muy particular de pensar y se debe a que si las dos partes están de acuerdo a entablar una relación seria pero sin formar una pareja, ésta se convierte en lo más hermoso de nuestra existencia. Si tú tienes otra opinión pues no deberías dudar en compartirla con los lectores y visitantes de esta web.

Caramelos de miel

El relato de una amiga muy sentimental:

Mi amigo me ha regalado un paquete de caramelos de miel, me dijo Paula mientras viajabamos en su auto camino a la capital.
Lo tengo guardado en la cartera que ocupo todos los días para ir a mi trabajo.
Cada vez que la abro, miro ese minúsculo paquete rectangular de color claro con algunos dibujitos de colores.
No me detengo a mirar que dibujos son, simplemente recuerdo que su mano lo ha tocado.
Nos acercamos al kiosco, continuó diciendo. Pidió los caramelos del gusto que le sugerí. El kiosquero se lo alcanzó, mientras él le pagaba el importe. Rosando apenas mi mano me dio los caramelos. Después de nuestro encuentro de amor, saqué el paquete y puse en mi boca uno solo. Le invité pero no lo aceptó. Son para tí, me dijo.
Ahora que no estoy a su lado, me decía mi amiga enamorada, lo miro cada vez que abro la cartera para sacar algo.
Y aunque no lo puedas creer, no quiero que se me terminen. Separo uno solo, lo pelo, lo pongo en mi boca y lo saboreo lentamente, a la vez que recuerdo sus dulces besos y su piel rosando la mía.
Un minúsculo paquete de caramelos de miel, tiene sabor a recuerdo.
Y con él se hace presente su figura, sus gestos, sus palabras.
Y no quiero que se acaben, por eso no los como todos los días.
Los conservo para que me duren más. Y los caramelos me hacen compañia.
Te hubiera regalado mas cantidad, para que te alcance al menos para un mes, me dijo mi amigo, continuó diciendo Paula.
Pero no...a mi me sirve uno, éste. Porque si sería mucho tal vez no lo cuidaría tanto, tal vez me los comería a todos de una sola vez. Pero son pocos, eran diez, y me van quedando seis.
En fin...ya lo ves, que es lo que puede significar un simple y sencillo regalo de un paquete de caramelos de miel.
Llegamos a destino, nos separamos, cada una por su lado a realizar trámites en diferentes lugares.
Mientras yo hacía la cola en un banco pensaba en el relato de Paula y todo lo que puede significar un amable gesto como es el de recibir de regalo un paquete de caramelos.

Como entenderlos?

Cada dia entiendo menos a los hombres... Tengo pareja desde hace mas de 10 años, bueno pareja, es mi compañero porque nuestra relacion se basa en la amistad y el amor puro. Nuestra relacion sentimental y pasional acabo hace mucho tiempo por su parte, aunque estoy empezando a tirar la toalla, aun sigo intentando despertar en el algo que hace mucho tiempo esta letargado... y su total adversion me esta consumiendo por dentro.
En mi necesidad de sentirme mujer he coqueteado con algun hombre, y me gusta, pero temo hacerles daño, aunque ellos estaran en mi misma situacion, buscando algo diferente en sus vidas. Supongo que el volver a sentirse "Vivos" y juntos lo conseguimos... hasta el punto que llegan a confesar la desilusion de no habernos conocido antes.
Ahora he encontrado esa persona que me hace volver a sonreir, pero no quisiera hacerle daño, al fin y al cabo yo estoy acostumbrada a sufrir pero "el" parece muy sensible y no podria perdonarme que padeciese mi mismo dolor.
He pensado dejar de hablar con el, que al final es lo unico que hacemos, ilusionarnos con las palabras... pero creo que seguire a su lado hasta que el decida abandonarme, almenos esos momentos seran felices para los dos... y he decidido ser feliz en cada momento.

Gracias sr. Respeto por haberme devuelto la sonrisa.

El temor a amar

No temas amar, AMA.
Acaricia mis palabras.
Las nubes que nos dan sombra
son testigos de tu amor
y de mi amor, de nuestro amor.
¿Por qué temer? Acaso...
¿amar está prohibido?
¿Por qué...si el mundo
está lleno de maldad
y el egoísmo devora los corazones
de aquellos que no te permiten amar?
¡Hazle frente! y goza...
Date el gusto, sin mezquindad
Si no te sueltas,
si no te das el gusto en vida
¿entonces cuándo?
O acaso temes al "qué dirán"...
¡Qué importa! si lo mismo te critican
¡Qué importa! si lo mismo gozan con tu silencio.
Si tú misma no te desatas,
¿alguien hará por tí? NOOOO
Nadie hará nada por tí.
¿A alguien le importa si sufres por amor?
No lo creo... Al menos eso es lo que yo pienso.

MIEDO AL SENTIMIENTO

He llegado a un punto donde no se que es lo que busco en mi vida. Han pasado los dulces años de juventud y desde la madurez me encuentro en un circulo vicioso. Conforme pasan los años van cambiando muchos aspectos de la vida pero el amor permanece siempre en nosotros, ya paso la treintena y mantego mi ilusion por el enamoramiento.
Por que tenemos miedo al sentimiento? Hace algun tiempo conoci el mundo de internet y a traves de el a mucha gente, y alguna muy interesante. De esta ultima todos con un mismo sentimiento encontrar cariño y nuevas emociones, pero al final todos acabamos "colgando" la relacion y creo que es por miedo, MIEDO a enamorarse, a encontrar en la otra persona lo que andamos buscando.

Alguien se ha encontrado en esta situacion y tenga alguna reflexion al abandono de una bonita amistad?

Gracias una ilusionada de la vida

Una mujer ...ejemplo entre muchas.

Y quizás no sea la única... Porque habrá muchas como ella en semejante situación.
Sofía, perdió a su marido hace poco tiempo. Era albañil.
Es época de elecciones. Todos me prometen trabajo, me dijo la semana pasada. Veremos qué pasará después que se conozca al ganador.
Sofía llegó al lugar. Entró al colegio por la puerta prinicipal con una bolsa de polietileno blanca, bastante grande, llena de verduras de todo tipo que ella misma cultiva en su huerta: zanahoria, lechuga, repollo, cebollita de verdeo, perejil, espinacas y orégano.
¿Para qué es eso? le pregunté. Voy a entregar a una maestra que me lo compra, así podré pagar el transporte para mi hija
que va a tercer año de primaria, me respondió.
Y así, Sofía mantiene su casa. Su otra hija de 20 años trabaja en un comercio, con poca paga pero es trabajo al fin.
Y Sofía confía en que alguien del gobierno, le de una oportunidad laboral a los 50 y pico de años que ya tiene, para seguir viviendo dignamente.

Un vagón lleno de nostalgias

No me he borrado. Simplemente, o complicadamente, es todo un tema que hay que resolver para que lo anormal se vuelva normal, y la vida diaria vuelva a ser la habitual.
No por dejar de escribir se pierden cosas. No he perdido ni siquiera un pelo de los recuerdos.
Y es eso mismo lo que he de contarte hoy, que me han invadido los recuerdos de aquel mes de agosto, precisamente el día 4, día del cumpleaños de mi hermano, el menor de los tres varones que había en mi familia, (ahora quedan dos).
Ya se había hecho costumbre, o tal vez no era eso, era una irresistible necesidad de encontrarte. Y aunque no te viera, sabiéndote al otro lado del muro, o de esa alfombra de aguas transparentes, sentado detrás de un escritorio, mirando ventanas… Y que una de ellas era la mía, y que la brisa de tus palabras me traerían con tu aliento un hilo de felicidad.
Así me sentía feliz. Pero la necesidad de tenerte todos los días, era parte de una ilusión que yo hacía real al imaginar tus palabras junto a mi oído en un susurro tibio rosando mi piel.
Y me sentí triste cuando me dijiste “hasta la vuelta” y que volverías recién en septiembre. Creí que te perdía, que no era verdad que volverías. Creí que todo se terminaba. Pero ¿qué era todo?, si no me habías dado nada y no habías prometido nada. Pero, no lo creí así, porque sí, me habías dado algo, y era muy importante. Me habías dado la posibilidad de encontrarme a mí misma. Me habías dado refugio en tu casa virtual. Me habías dado, tal vez sin saberlo, sin quererlo, sin siquiera pensarlo, me habías dado mucho, y para mí era bastante.
Y hoy, al leer en las páginas de un libro el nombre de ciudades que están cerca de donde vives, o no tan cerca, pero sí más cerca de tí que de mí, me inundó una gran emoción, y un vagón lleno de nostalgia descarriló dentro de mi corazón. Mis ojos se humedecieron. Y mis labios esbozaron una inocente sonrisa.
Una historia ficticia. Hechos y acontecimientos se desarrollaban, según la autora del libro, en las calles de Barcelona, en el Puerto de Mallorca. También en Palma.
Y te vi a través de esas palabras, e imaginé a Pere (uno de los protagonistas) que eras tú, y que Lonia podría ser yo. El, un pintor. Yo, una detective. Y … ¿por qué no?, él, un técnico informático y yo, una profesora de lengua. O tal vez, él un comerciante, y yo, una secretaria de dirección de escuela.
Y voy por la mitad del libro. Relata sobre la belleza de un campo sembrado y cubierto por margaritas de color amarillo. Y la historia continúa…
Cuando termine de leerlo me daré cuenta si se adecúa a algo así como a mis deseos, o tal vez, le cambiaría el final. Y quizás, el Toni que nombra el autor como aquel amigo de Pere, no sería otro que el mismo Pere, y Lonia no sería de Barcelona sino de cualquier otra parte de las infinitas ciudades del mundo…
En fin… interpretar al modo que uno quiere, o como mejor a uno le parezca. Pero lo cierto es que te he recordado al leerlo, justo cuando voy por la mitad del libro, o mas o menos en la mitad. Hojas menos, hojas más, qué más da… Leerlo todo, completo, no está mal.