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Diario Impersonal

Ensalada de un juego.

Hay juegos en la vida, que así como en el ajedrez, participan varios actores.
Y uno de esos juegos es el amor.
Tal vez me dirán que el amor no es un juego, NO, no lo es. Se puede tomar como una contradicción, o tal vez no. Si no queremos ver al amor como un juego, entonces digamos que se da el juego de palabras, de actitudes, de gestos, que participan del amor, que le dan significado, que le dan vida y sentido, que permiten su permanencia en algún lugar en el tiempo y en el espacio. Y de esas cosas, a veces participan varias personas (actores), más de dos. Me refiero a esposo, señora, mujer y a veces hasta una cuarta, amante y por qué no, una quinta, la amiga. El amor en cada caso es diferente. Y caben dudas...¿Es eso amor? No, me dirás, no se puede amar a varias almas al mismo tiempo. Y NO. Pero es un juego...Entonces juega con la que es la esposa, a la seriedad, al cumplimiento, al cobertor de los gastos en lo económico. Juega con la mujer, que por otra parte cabe destacar que no vive bajo el mismo techo, y digo juega, porque la encuentra cuando la necesita, cuando tiene tiempo, cuando le sobra el tiempo, que es casi nada, cuando se siente solo, abrumado y triste. Y también juega con la amante cuando no encuentra a la mujer que dice amar, porque está lejos. La amante lo seduce al momento y logra llegar al éxtasis para después no recordarlo tal vez, nunca más. Solo fue el juego del momento. Y la amiga, se presta también al juego porque le dedica su tiempo llamándolo por teléfono, escuchando sus penurias, adulándolo para que no desfallezca.
En fin, por algunos la vida y el amor son un juego. O quizás me equivoco, y esas actitudes, gestos y`palabras hacen que ame a cada una de esas personas con mayor intensidad, porque cada cosa complementa a la otra para que pueda sentirse muy bien. Y pueda seguir viviendo.

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